El juego sucio

Lo que voy a escribir para muchos no será una novedad, pero es necesario detenerse para analizar los sucesos. Si desde hace tiempo el objetivo de Clarín era impulsar a la oposición para desplazar al gobierno de Fernandéz, con el crecimiento del conflicto, el objetivo es solo desplazarlo  El cambio de estrategia del grupo es cada vez más claro. Las causas de este cambio son principalmente dos, una es la cercanía del 7D  que los llevaría a tener que desarmar parcialmente su anquilosada estructura y la otra es la incapacidad de la oposición para generar un líder que pueda disputarle el poder al oficialismo.

Clarín pone ahora todas su fichas a la inestabilidad del país. En la estrategia el enemigo es el gobierno, pero la principal damnificada es la República. A este juego se prenden, lamentablemente, los referentes de la oposición. Clarín juega al quiebre político y económico del estado.

Por un lado aúna fuerzas con el sindicalismo (al que poco tiempo atrás atacaba diariamente), con los sectores "indignados" por el supuesto cepo cambiario (que no hace mas que proteger la moneda nacional) y últimamente con los sectores de la Gendarmeria y la Prefectura que se movilizaban en las calles mostrando un panorama ideal para su estrategia golpista. No se puede dejar de lado a los formadores de precios que aportan su parte.

El grupo y sus satélites buscan influir en los mercados difundiendo una imagen apocalíptica de Argentina, la meta es quebrar la estabilidad y conseguir devastar la economía con su influencia en los mercados, apuesta que solo las élites pueden jugar sin ningún riesgo. Todos los días nos sirven en la mesa, un conflicto que va en este sentido: la fragata Libertad, la imagen de la Argentina en el exterior, la inflación, etc. Es cierto que esto se intenta hace rato, pero mediante los días pasen la estrategia anti-argentina se hace mas y mas agresiva, significando un serio problema para la democracia y el estado, pero sobretodo para una ciudadanía inerme que entre una versión y otra, termina por comprar la mentira.