11 agosto 2011

Un descargo contra la ciudad

Últimamente entre mi inconformidad  y las ganas de irme me he convertido en un ferviente critico de Rosario. Ya saben, por eso del transporte, el kaos de la hora pico en el centro, la falta de infraestructura tanto física como social, la primera nos lleva a constantes cortes de luz y agua en verano y  gas en invierno, la segunda a que haya una fila considerable de turistas quejándose en el ETUR. Aquí me detendré un instante. En mi afán de viajero tengo siempre la costumbre de ir a los sitios de información turistica. Si, ya se que el mejor turismo es el de experimentación, pero siempre por si las dudas busco tener una base. Mi base son los planos, ahi tengo una herramienta fundamental para manejarme, sobretodo si es un viaje mochila y tenes que saber donde esta la ruta y donde tenes que pararte para hacer dedo. Costumbre de las buenas ciudades es tener ese tipo de información disponible en la terminal de ómnibus. En Rosario lo mas cercano a información turística que hay en la terminal son las cabinas de información de la entrada donde te informan cuando sale tal o cual colectivo o que empresa te lleva a X sitio.

Créanme que este tema es para un punto y aparte; la terminal. Si bien Rosario es visitada muy seguido por turistas extranjeros (la mayoría vienen vía omnibus desde Bs. As.), esta es una ciudad con muchos turistas nacionales, en síntesis la puerta de entrada del turismo es la Terminal Mariano Moreno. Bien, vamos por lo básico  ¿Como decir lo que tengo que decir sin que los progresistas se escandalicen y me insulten con sus etiquetas?... NO, no hay forma, que se jodan. Continuemos. Un profesor que tuve en la escuela de cine siempre decía "No hay una segunda oportunidad para dar una primera impresión", ahora bien la primera impresión que se lleva un viajero Rosario no es nada buena. Los que aquí vivimos sabemos como es esa zona de la ciudad, pero por las dudas haré un repaso: esa zona de Echesortu es característica por su cuantiosa oferta sexual, por sus muchos "telos" y por ser un lugar de constantes robos, especialmente en la terminal. Por si esto les parece poco hace meses que esta en reparación lo que hace todavía mas desagradable estar ahí y como sabemos estas obras tardan y mucho.

Por un momento supongamos que nuestro turista, llamemoslo Jack, acaba de llegar de una visita breve a la ciudad de Salta, donde por cierto tienen un terminal como dios manda, y se dirige a como muchos la han llamado: la Florencia de Latinoamerica. Luego de un extenuante viaje de 17 horas, Jack llega a la madrugada de un Sábado sorteando las dificultades que le pudo haber generado la terminal, cono no consiguió un plano de la ciudad va en busca de un taxi que lo lleve a su hotel, pero no hay ninguno porque la mayoría de ellos merodean como carroña por los boliches bailables donde aun hay gente. Entonces nuestro amigo Jack con su poco español consigue el asesoramiento de un amigo trasnochado que le indica que debe tomar el colectivo 107 que para en la esquina. Siendo las 7 de la mañana y habiendo esperado Jack casi 2 horas, el 107 hace su aparición triunfal. Jack pone dos monedas de un peso y sigue, pero deberá compartir el viaje con un montón de ebrios y con jóvenes histéricos que no hacen mas que hablar en voz y escuchar la cumbia que pasan por sus celulares. Cuando el cansado personaje de esta historia llega a su hotel nota que en el transcurso del viaje alguien ha tomado su billetera. Bueno, esta bien, voy a ser un poco bueno con Jack y lo haré dormir placidamente, mañana su hermano le mandara un giro desde Denver.

Antes de irse de la ciudad nuestro amigo esta deseoso de conocer un poco mas y pasa un agradable día en la zona del monumento donde por ser domingo hay mucho movimiento, disfruta del buen clima húmedo de la ciudad y va hacia las oficinas del ETUR, estas están cerradas, claro es domingo,TODO esta cerrado. Un local le recomienda que vaya a Alberdi y le dice que tome el 103. Jack se toma un taxi, sin saber que esto le va a costar casi 60 pesos, pero tiene la ventajita del dolar. Jack se queda encantado del lugar. Esa noche le informan que su vuelo se retraso y que debe quedarse un día mas. Entonces como buen hombre de mundo sale a dar un paseo nocturno por la peatonal que se encuentra casi desierta y habitada por seres de lo mas desagradables. Total, Jack se va de la ciudad con la indudable sensación de que no volverá, aun así se ha salvado de viajar en una lata de sardinas los días hábiles al mediodía y de otras muchas cosas que irritan en esta ciudad.
Para cerrar esto les advierto que ni quiero mano dura, ni que limpien las calles y tampoco soy un moralista, esto solo son palabras de un ciudadano cansado de vivir en la ciudad. Todavía no he mencionado la mayor de sus miserias, pero queda pendiente. Si alguno se ofendió lo lamento, pero no estoy yo para celebrar a Rosario y a la imagen que quiere vender el gobierno de ella.

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