04 julio 2011

Letras, arte y terapia

Bien se que no le presto mucha atención a este blog, que me pasan mil cosas por día, pero ni por casualidad se me ocurre pasar por acá a dejar unas palabras. Es que ciertamente esto de enfrentarse al vacío de una pagina en blanco no es para cualquiera, no hablo aquí de capacidades intelectuales, muchos la tienen pero no pasan del segundo renglón, se trata de estar preparado emocionalmente para encontrarte frente al precipicio, que es enfrentarte a lo que sos, a lo que tenes que contar, se trata de escupir tus palabras al mundo.

Hay quienes creen, demasiados, en usar la escritura como una especia de terapia y solo acuden a ella como recurso para sobrellevar una situación o como diría una amiga "escriben con las vísceras". Si bien es cierto que el arte tiene su lado terapéutico, el escribir se debe convertir mas bien en una disciplina.Un profesional escribe en todo momento y lugar.

Los que me conocen saben que mi aspiración es llegar a ser algún día un profesional, pero mi mayor traba es la inversa a la de mucha gente, es decir que me aparecen los llamados bloqueos cuando estoy atravesando un problema, no puedo escribir si no me siento bien para hacerlo y si lo hago solo son cosas que nunca me llevan a ninguna parte. Realmente es duro estar frente a la pagina en blanco, pero en el poco tiempo que llevo intentando hacer esto solo aprendí dos cosas, que si bien casi nunca las cumplo están presentes: 1 Escribir todos los días, convertirlo en un habito como cepillarse los dientes y 2 No importa lo mal que lo estés pasando en ese momento, pero luego de escribir, es decir luego de transformar la tensión en algo productivo se produce en uno alguna especie de exorcismo. Los invito a animarse, y en esa invitación me incluyo.

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