A José Francisco, mi general
Ni los rostros alquitranados de escritorio
ni los cuerpos reposados sobre un sofá
tienen derecho a mencionarte
no te conocen,
no conocen la fiebre, la espada y la atroz montaña
ni el frío de la cordillera ni el ardor del combate
¿Quien eres? Nadie lo sabe
Se que no eres el busto
esa no es tu imagen
es una careta de tus viejos y nuevos enemigos
un falso intento de paz con tu memoria
Se que no eres el superheroe perfecto para los que gobiernan
tu recuerdo es una migraña en el centro de su vida burguesa
nada se asemeja a tu verdadera figura
mas que los fantasma que en la onda inhalación de la noche
deambulan por los Andes custodiando tu bandera
Eso eres
los Andes
la columna vertebral nuestro Sur
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